Sobre mí

 fotografía de ester ferrandiz, creadora de Basimaker

Hola, me llamo ESTER

y soy adicta al crochet…

 

¿Cómo empezó esto?

Supongo que nací así y además tuve la suerte de contar desde bien niña de la libertad y confianza que te da el apoyo de la familia. Lo pasaba pipa en mi mundo entre tarros de agua, pinceles y acuarelas, entre recortables de revistas, creando disfraces… más tarde diseñando folletos (sin ordenador, ojito) y decorados para las obras de teatro del instituto, o creando mascotas para yo que sé. Entré en la Escuela de Artes y Oficios donde me especialicé en diseño gráfico e ilustración; allí también conocí a uno de mis grandes amores: la fotografía. Empecé a ilustrar algún libro, a ganar algún concurso de diseño, colaboraciones…

 

Entonces comienzo a trabajar en una agencia, luego otra, y otra… me voy al paro, me separo, me hago autónoma, me asocio y creo una empresa, y… poff!!! Sí, aprendí mucho pero reventé y olvidé. Entré en una especie de shock creativo, bloqueada.

 

Y así pasé varios años hasta que poco a poco, pero muuuuy poco a poco, con todo el apoyo de mi marido y poniendo mucho empeño fui saliendo del hoyo. Entre otras cosas aproveché reposos médicos para bordar, hacer punto, ganchillo, cosí, pero nada me “enganchaba” y no era constante, imposible centrarse.

 

En 2016 me enteré que iba a ser tía por séptima vez, puse todo mi empeño en hacer un amigurumi para el peque que salió un como churro… uf!

Peeero aquí ya me piqué, sí!!!!

 

Hoy sé que esto fue el principio

 

Tutoriales de YouTube, Pinterest en vena, patrones del Ravelry, mitones, sonajeros, cualquier cosa vale… Y de repente un buen día recuerdo que desde siempre me han flipado los monederos de boquilla, son tan prácticos y bonitos, son tan monos. También descubro con estupor que me espanta la estética rancia del ganchillo, y eso se convierte en un reto FANTÁSTICO!!!!. En este punto mi cabeza no puede parar, no puedo dejar de pensar en nuevos diseños y combinaciones de color, me encantan los retos y siempre me sorprendo a mi misma tejiendo monederos ilusionada por ver el resultado, es tan relajante y excitante a la vez.

 

El primero siempre es especial, siempre es perfecto

 

En febrero de 2017 abrí por fin mi tienda online, es maravilloso conectar con gente de cualquier lugar del mundo, el feedback da superpoderes, lo juro. Disfruto de todo el proceso, porque no todo es tejer, es diseñar patrones, es crear mis propias fotografías, es decidir el packaging, etiquetas, logo, marketing … y cómo no mi nombre: Basimaker, en recuerdo de mi abuela Basi que pasaba horas en su mecedora junto a la ventana tejiendo ganchillo; ella intentó enseñarme pero yo no tuve paciencia, si se entera ahora me mata…

Mi abuela Basi y yo, de paseo por Madrid
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No te cortes,
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